Es un ambiente relajado y lúdico en el que el desarrollo creativo y la camaradería son primordiales. Se fomenta la charla y la conversación constructiva (cuando el maestro no habla) y se pide a los niños que expresen sus opiniones, se apoyen unos a otros e incluso aconsejen a sus compañeros. Lo que es más, la clase contribuye activamente al programa de estudios ayudando al profesor a seleccionar algunos de los proyectos en los que trabajarán. Mientras animamos a nuestros pequeños (y no tan pequeños) estudiantes a cultivar su lenguaje creativo y su integridad de pensamiento, también les enseñamos responsabilidad. Los niños mayores de 7 años limpian sus pinceles y paletas y ayudan a sus amigos y maestros cuando necesitan ayuda.